3 Preguntas Claves Que Nos Ayudan a Entender los Evangelios Sinópticos (3ra Parte)

¿Qué demanda Jesús de nosotros? Esta es la tercera pregunta clave que nos debemos responder al acercarnos a los evangelios sinópticos.

3 Preguntas Claves Que Nos Ayudan a Entender los Evangelios Sinópticos (3ra Parte)
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Si Jesús es quien dijo ser, si él murió en la cruz para salvar al ser humano caído; entonces, ¿cuáles son sus demandas para nosotros? Lo cierto es que muchos se sienten admirados por la persona de Jesús, otros agradecidos por su sacrificio en la cruz, pero son pocos los que están dispuestos a seguir sus demandas.

Al tratar de entender los evangelios sinópticos la tercera pregunta que nos debemos hacer es:

¿Qué demanda Jesús de nosotros?

Mientras caminamos por los evangelios vamos a encontrar algunas verdades claves que necesitamos entender para comprender las demandas del Mesías Jesús para la humanidad. Veamos los que consideremos los más importantes.

Jesús Demanda Arrepentimiento

Jesús dejó bien claro cuál es el requisito primario para entrar a su reino. Su mensaje desde el principio fue claro y respalda el mensaje profético dado por su precursor Juan el Bautista (Mat. 3:3).

“Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mat. 4:17). El Evangelio de Marcos añade el elemento de la fe como parte de este mensaje (Mr. 1:15). Al menos que el ser humano no reconozca su condición pecaminosa y se vuelva a Dios en arrepentimiento no habrá salvación para su vida y no disfrutará de las bendiciones de su reino. Si pretendes seguir a Jesús, el punto visible de partida para la humanidad es el arrepentimiento y la fe. ¿Te has arrepentido de tus pecados? ¿Has puesto tu fe en Jesús como tu salvador? El llamado de Jesús es bien claro y su advertencia es entendible: “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” (Luc. 13:3,5).

Buscad Primeramente el Reino de Dios

Jesús sabe que cuando nos arrepentimos y creemos en él como nuestro Salvador y Señor entramos a su reino. Pero también él es consciente que mientras vivimos en este mundo tendremos que enfrentar aflicciones de todo tipo y muchas de ellas nos tratarán de alejar de él. Es por eso que él nos ha dejado la demanda de: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mat. 6:33, ver Luc. 12:31).

La búsqueda del reino de Dios, que no es otra cosa que la búsqueda de Cristo (Heb. 12:2), debe ser una prioridad constante para los que pertenecen al reino del Mesías. La búsqueda de la justicia es el perseguir el estilo de vida que a Dios le agrada y que nos demostró Jesús. El afán por las cosas de este mundo terrenal nunca debe ocupar el primer lugar de nuestras prioridades, sino el reino de Dios y su justicia. ¿Estás buscando el reino de Dios y su justicia más que cualquier otra cosa?

Seguir a Jesús Todos los Días

El que llamó a Pedro, Andrés, Juan y Jacobo a que dejaran las redes y se convirtieran en pescadores de hombres (Mat. 4:19), el que le dijo a Mateo, el cobrador de impuestos: -Sígueme (Mat. 9:9) hoy también nos dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16:24). Seguirlo a él no es fácil, ya que hay que entrar por la puerta estrecha y por el camino angosto (Mat. 7:14), pero este camino conduce a la vida eterna. Jesús no prometió a sus seguidores un camino sin problemas, sino su presencia todos los días y un final glorioso en su reino. Todo el que sufra y el que arriesgue su vida por el reino recibirá recompensas mayores que sus sacrificios, recibirá cien veces más y recibirá la vida eterna (Mat. 19:28-30).

Jesús nos llamó a que seamos sus discípulos, no a que nos convirtiéramos en simpatizantes, o en creyentes. El llamado que nos traen los evangelios es claro: “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo” (Luc. 14:33). No existe llamado más desafiante para nuestra pereza y mediocridad espiritual que el llamado al ser discípulo de Cristo. Aunque algunos lo quieran acomodar o rebajar, este seguirá estando allí para confrontarnos. ¿Eres un creyente o un discípulo de Cristo?

Ir a Proclamar Su Reino

El reino del Mesías no quedó sólo en la casa de Israel. El rechazo al Mesías (Mat. 21:43) abrió la puerta para que este mensaje se extendiera hasta lo último de la tierra. El mensaje de los evangelios sinópticos termina reconociendo toda la autoridad que tiene Jesús (Mat. 28:18), y su misión es una prueba de esto. Su iglesia debe ir a todas las naciones, proclamar el evangelio y hacer discípulos de Cristo (Mr. 16:15-16, Luc. 24:47). El bautismo y la obediencia son parte esenciales del cumplimiento de esta misión (Mat. 28:19-20).

El reino de Dios no sería más lo que algunos habían mal entendido, un reino étnico exclusivamente sobre la nación de Israel. El reino se extendería hasta lo último de la tierra y el mensaje del evangelio, del Cristo redentor y victorioso se abriría paso indeteniblemente a través del tiempo. Hoy, todos los que pertenecemos al reino de Cristo, estamos llamados a compartir este mensaje a todas las naciones. Es esta la misión que Cristo le dejó a su iglesia. ¿Estás comprometido con esta misión?

Conclusión

Por lo tanto, siempre que leamos los evangelios sinópticos nos sería útil mantener en mente las tres preguntas claves que nos ayudarán a entenderlos y a vivir la verdad que nos enseñan:

Diagrama

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La respuesta a estas preguntas nos ayudará a entender mejor el mensaje de los evangelios y a responder al llamado de Dios para nuestras vidas. Es mi oración que estos sencillos artículos sean una herramienta en las manos de Dios para que escuches el llamado de Jesús. ¡Dios te bendiga!